Suspiró, pero no respiró
y asi observó, pero no vió
y ante un reflejo esquivo
todo se difuminó.
Todo era tan parecido,
la eterna realidad,
pero entre suspiro y suspiro,
la eterna realidad,
pero entre suspiro y suspiro,
un soplido y ¡acabad!
Todo de cabeza,
cuan iluso e ingenuo fui
no es como yo creía
y de a poco advertía
la gran mentira.